Abadon

Abadón (también llamado Apolión) es conocido precisamente, por encarnar la pura destrucción de todo lo que conoces, y hasta de lo que nunca llegarás a conocer. De hecho, su nombre en la lengua hebrea se traduce por "destrucción" o "perdición".
Es una entidad demoníaca (que sin embargo, presenta una fisonomía parecida a los ángeles) tan terrible, que ni el mismísimo Infierno resistiría su frenesí destructor si se propusiese aniquilarlo, por lo que Satanás lo mantiene encerrado en un abismo sin fondo del cual es amo y señor absoluto. Otras fuentes dicen que el propio Dios designó a Abadón la tarea de aniquilar por completo la civilización humana y la Tierra el día del Jucio Final.
En la Biblia se le menciona en el libro del Apocalipsis, con los apelativos de "El Destructor", "El Señor del Abismo" y "El Ángel Exterminador", y se dice que tiene a sus órdenes una hueste infinita de langostas, que lo devorarán todo a su paso dejando únicamente ruina, muerte y corrupción allá por donde pasen.
Algunos personajes de la Historia han llegado a ser identificados como encarnaciones proféticas de Abadón, principalmente gobernantes despóticos como el emperador Nerón, Vespasiano y hasta Napoleón.
Existe una escultura muy conocida, atribuida a Abadón y obra del escultor Josep Llimona, que es denominada por uno de sus apelativos; "El Ángel Exterminador".