Selkie

A lo largo de las bastas costas de Finlandia puedes encontrar una innumerable cantidad de focas, pero no todas ellas son lo que parecen. Entre ellas se pueden encontrar a las Selkies, mujeres escondidas bajo pieles de focas.

Cuentan las leyendas que una mañana un joven daba su paseo diario, cuando se encontró a una muchacha durmiendo a la orilla del mar, muy cerca de unas rocas. Temeroso de que la marea subiese y la arrastrase a las profundidades, se apresuró a ir a despertarla, y advertirla del peligro. Sin embargo, la muchacha siguió durmiendo como si nada ocurriese. Fascinado por la belleza de la joven, decidió llamar su atención arrebatándole en un juego, una piel que yacía junto a ella. La dama, enfadada, pidió de unas y otras formas que le devolviese la piel. Sin embargo, el muchacho, egoísta y enamorado, le dijo que si quería la piel, tendría que acompañarle. Ella, resignada, y con la cabeza baja, le acompañó camino al hogar del joven.

Tras esto, se casaron y durante años fueron una pareja feliz. Tuvieron varios hijos, y nada les faltó nunca. Una mañana de domingo, mientras el marido ponía orden arreglando el trastero, la mujer vio la piel escondida. Esperó a que su marido saliera, y corrió a rescatar la piel de su escondite. Después, limpió la casa, besó y acostó a sus hijos y salió en silencio por la puerta trasera. Los niños, curiosos, se levantaron de sus camas, y vieron como su madre desaparecía en la noche. Cuando su padre volvió, les preguntó por su madre. Mas ellos solo fueron capaces de decir que se esfumó en la noche, sin embargo, el más pequeño añadió que vio una foca oscura introducirse en el mar. Fue entonces cuando el hombre supo que jamás la volvería a ver.