Lamashtu

Lamashtu (también llamada Dimme) es el nombre con el que se conoce a un terrible demonio femenino que tiene su origen en la mitología de los pueblos mesopotámicos. Es la consorte de Pazuzu, rey de los demonios del viento de la misma mitología, y un demonio igual de poderoso y malévolo. También se la conoce por ser madre de innumerables hordas de monstruos, a cada cual más abominable que el anterior. 

Lamashtu es descrita como una grotesca mujer embarazada de cuerpo peludo, cabeza de chacal y garras de ave rapaz. Se la suele representar amamantando a un perro y a un cerdo, al tiempo que reptan por su cuerpo serpientes inmundas de dos cabezas.

Es conocida por provocar horribles pesadillas, especialmente a las mujeres embarazadas, en forma de partos dolorosos y agónicos, que terminan en nacimientos de niños con malformaciones o enfermedades. Se dice que mientras los recién nacidos son amamantados, se corre el peligro de que Lamashtu los secuestre, para después comérselos en un demoníaco festín.

Lamashtu es también la responsable de la corrupción y la enfermedad. Puede infectar ríos y cosechas a su antojo, y hacer que pueblos enteros perezcan de hambre o degeneren hasta convertirse en meros fantasmas de seres humanos, que actúan más como bestias que como hombres. Su único fin es corromperlo todo, crear guerra y caos allá por donde pasa.

Se dice que Pazuzu, su consorte, es el único que puede hacerle frente, y el poder maligno de Lamashtu es tal, que los pueblos sumerios recurrían a la adoración de este y otros demonios para quedar indemnes de su influencia. El temor de algunas mujeres embarazadas era tan grande, que recurrían a robar a otros recién nacidos y ofrecerlos en sacrificio con el fin de salvar a su progenie de sus garras.